domingo, 30 de mayo de 2010

Mondo TV

–Qué tal, bastardos... Esto es MUERTE EN DIRECTO.
Muerte en Directo es el programa de mayor audiencia del país. Su cota de popularidad rebasa ya el ámbito meramente televisivo. Y eso gracias a una hollywoodiense campaña de merchandising; por no mencionar a los clubes de fans que operan en más de una treintena de países.
–Hoy tendremos un par de buenas sorpresas... Espero que os den mucho asco.
El regidor ofrece una amplia panorámica del público. Hay mucha gente joven en el plató, aplaudiendo, saludando a la cámara con gestos obscenos. Algunos exhiben pancartas.
–¿Qué queréis, atajo de psicópatas?
Sexo y sangre.
–Más alto, joder. No os oigo.
SEXO y SANGRE.
–Oído, cocina... Pero que luego no se me acojone nadie.
Su presentador, Andrew Dicaprio, un veterano realizador de películas porno con ramalazos gore, que colecciona figuritas de Star Wars y Godzilla, posee el don de saber conectar con los espectadores de golpe y porrazo.
–Ahora, sin más preámbulos, veamos que se cuece en la sala 1.
Nadie lo niega. Es una estrella mediática. Su camerino así lo atestigua.
–Ya desde temprana edad me interesé por el mondo...
Una maquilladora le disimula los pliegues de la cara.
–Tenía la certeza de que estaba ante un género virgen. Todo un mundo por descubrir, y yo era joven y curioso...
Su secretaria, la señorita Noonan, le sirve té tibetano en una taza de Mickey Mouse.
–Recuerdo que me impactó mucho Holocausto Caníbal... Esa escena final con la cámara cayendo al suelo es inolvidable. Por un instante Ruggero Deodato te hace pensar que todo es real, como si quisiera dejarnos claro que estamos ante un documental y no frente a una producción italiana de bajo presupuesto.

La polémica sobre la veracidad de algunas de las escenas de esta película (que según fuentes consultadas fue rodada en 1978, en plena selva mejicana) se ha mantenido hasta nuestros días.
–El director y los productores tuvieron que convencer a las autoridades italianas que, salvo la muerte de algunos animales, todo lo demás se debía a un buen equipo de efectos especiales. A fin de cuentas, aquéllos eran otros tiempos.
El señor Ruggero Deodato quiso jugar con un público ávido de morbo, dejando a su paso un reguero de animales muertos. Los únicos realmente asesinados, descuartizados, masacrados.
–La película fue un éxito, a pesar de la censura y las demandas legales a las que se vio sometida. Particularmente creo que eso la mitificó todavía más, convirtiéndola en un objeto de culto. Las imitaciones no tardarían en llegar... Mangiati Vivi... Cannibal Ferox... Fue un punto y aparte en el cine mondo...
En sus inicios el mondo pudo haber sido sinónimo de calidad, con ribetes de osada (¿quizá malsana?) innovación. Prueba de ello es la expectación que causó Mondo Cane. Incluido un Oscar a la mejor banda sonora. Sus artífices, Gualtiero Jacopetti y Franco Prosperi, en aquel año, 1962, acababan de dar nombre y forma a un nuevo género cinematográfico, con aquel extraño documental que olfateaba el lado bizarro de la vida, sin hacer ascos del estudio meramente antropológico. Y es que Mondo Cane, apoyándose en un soberbio montaje, ofrecía al espectador una panorámica del mundo inigualable, rica en matices y contrastes: prácticas sexuales tribales, escenas carnavalescas, un cementerio de perros en Pasadera, gente comiendo perros en algún punto del sureste asiático.
Holocausto Caníbal es una película que no ha envejecido mucho con el paso del tiempo. Prueba de ello son las continuas reediciones en DVD que se están realizando en Estados Unidos, Japón, Italia, España… Hasta en los centros comerciales de países donde no pudo estrenarse en su día por culpa de la censura la puedes encontrar ahora junto a la estantería de la leche desnatada… Reconozcámoslo, el libre mercado es la puta caña. Uno no sabe nunca por donde va a escupir.
Algunos años después Gualtiero Jacopetti y Franco Prosperi prueban a repetir éxito con Africa addio. Como bien indica el titulo, este documental es una despedida a esa África salvaje y primigenia que maravilló a aventureros y románticos, mientras nos hace una autopsia sobre las consecuencias de la industrialización del continente, con la consiguiente pérdida de sus raíces culturales y una aplastante desorientación ideológica… Guerras, dictaduras, torturas, expoliación… África como estercolero.
–Lo auténticamente genial de Holocausto Caníbal es que en el fondo es una visión introspectiva del género mondo. Después de todo, los cuatros reporteros que se internan en la selva se dedican a eso; a hacer películas mondo. Ya sé que lo que muestra la película es un poco exagerado, aunque no va muy desencaminado en el hecho de que muchas escenas, incluso en filmes míticos como Mondo Cane, eran forzadas, cuando no trucadas con descaro… Al espectador, para entendernos, siempre le ha gustado cierto sensacionalismo, y ellos, gente como Nick Bougas o el mismísimo Jacopetti, se lo servían en frío a la menor oportunidad.
Se cuenta que Africa addio iba a ser en realidad Mondo Cane 3... De súbito, en mitad del rodaje, situado en algún rincón oscuro de África, estalla una guerra civil. Jacopetti y Prosperi no se lo piensan dos veces y comienzan a filmar el conflicto, sin escatimar en detalles. La polémica estalla cuando se sugiere que ellos podrían haber convencido a un grupo de militares para posponer una ejecución hasta el día siguiente. ¿Por qué razón?
–Parece ser que la luz, en ese momento, no era lo suficientemente buena para rodar.
En los setenta el mondo entronca con el concepto snuff. El sexo, con la pornografía convertida en producto de consumo, ya no es reclamo suficiente para unas masas que vampireaban experiencias morbosas. Surgen películas como Faces of death, Death scenes, The killing of America.
–Reconozco que gracias a estas películas hoy puedo hacer mi programa de televisión. Aunque yo he llegado a lugares donde ellos nunca se atrevieron; o les dejaron, claro.
La muerte se trivializa. Desde una ejecución en la silla eléctrica hasta el recorrido vítae de un cerdo en un matadero alemán. Pero el mundo no es lo suficientemente espantoso para ellos. Había que moldear la realidad con una ración de hamburguesas Porky. Conseguir que el televidente pudiera comerse la mayor cantidad posible de horror antes de vomitarse encima. Realidad y ficción se fusionan. Los leones que devoran al cazador. Las fauces del cocodrilo. La chica maniatada a una silla, llorando, suplicando por su vida, antes de que un tipo con pasamontañas le reviente la tapa de los sesos.
Todo podía ser mentira o verdad.
El éxito del mondo siempre radicó en la duda.
–Bueno, ahora tendrá que disculparme. Mi público se impacienta en el plató.
La estructura de Muerte en Directo es siempre la misma; apenas hay modificaciones de un programa a otro. La gente hace sus votaciones por teléfono a través de SMS.
–Recordad que aún podéis seguir votando. La cosa está muy igualada y los teléfonos no se cerrarán hasta las diez y media.
En sus inicios el snuff era material tabú. Sólo podía verse en círculos extremadamente cerrados. Ni siquiera las autoridades tenían muy clara su existencia, atribuyéndosele en algunos casos la etiqueta de leyenda urbana.
Algunos han querido ver en el snuff una evolución del gore, amparándose en películas como las de la saga japonesa Guinea Pig. Pero lo expertos siempre lo han asociado más con la pornografía, dado el carácter explicito de su contenido. Italo Houllebecq, en su monumental ensayo Termodinámica sexual, nos expone algunas ideas interesantes al respecto:

"En una filmación snuff el asesinato de un individuo cualquiera queda justificado por la presencia del objetivo de la cámara. Es un espacio vacío, desmotivado, carente de ideología. Sería, por tanto, un error confundirlo con esas otras imágenes, difundidas por integristas islámicos en Internet, sobre decapitaciones de rehenes y soldados norteamericanos o rusos. Aquí la muerte no es un fin sino un medio de propaganda político. Por el contrario, en un video snuff, la única razón de ser de los posibles actos de tortura, y posterior muerte, es que haya una cámara delante… Un snuff, valga la redundancia, se realiza exclusivamente con fines comerciales y onanistas."

Dicaprio ha sido elegido hombre del año por la revista Bush.
–La chica de la sala 4 es la más votada por el público esta noche, quedando en segundo lugar el gordo llorica de la 7… Bueno, ¿qué queréis que le hagamos a esta putita?
Muerte en directo representa el triunfo de la democracia. Todo se vota por teléfono.
–Veo que mucho os estáis decantando por una buena ración de taladro en sus tetas… Magnifico, que no decaiga la fiesta. Nosotros volvemos después de la publicidad.
Al final, cuando se apagan los focos, siempre queda el servicio de limpieza; predispuesto a eliminar, por un salario mínimo interprofesional, charcos de sangre, sesos y vísceras.
Uno de ellos me comenta:

–Hay que dejarlo todo bien limpio, antes de que vengan el equipo de tramoyistas. En este plató mañana se tiene que rodar un programa pa’ críos.
Dicaprio, una vez acomodado en su limusina, bosteza cansino.
–¿Me hablas de moral?... La moral es un invento de curas y maestros de escuela. Vamos, no seas ingenuo. La moralidad es una perdida de tiempo asquerosa. La antitesis de la sociedad del espectáculo… La gente sólo quiere divertirse un poco, y a mí me pagan por hacerlo, ¿entendido?
Los restos de la noche trascurren entre chaperos y prostitutas. Entre adolescentes que juegan a ser camellos.
–Este mundo es como una cloaca hindú, siempre rezumando un hedor extraño, a fruta podrida… Nada me sorprende ya.
Dicaprio, antes de que amanezca, regresará a casa a tiempo para preparar el desayuno de sus hijos. Después los acompañará a la escuela. Presume de ser un padre ejemplar.
–Este año le regalé a mi hijo, el mayor, El señor de los anillos. A los dos nos chiflan los libros de aventuras.
La aventura de vivir convertida en espectáculo porno. Y nada es lo que parece.
–Deja de besuquearme, guarra. No quiero marcas en el cuello.

jueves, 20 de mayo de 2010

Un book trailer bastante chungo.

A fin de cuentas, es el primero que hacía en mi vida. Por otra parte, mi intención no era ganar un Oscar al mejor cortometraje. Para mí, lo mejor es la música. ¿Os suena de alguna película? Os daré una pista: si quieres cambiarte el careto, un extintor aplicado repetidamente sobre el rostro te saldrá más barato que un cirujano plástico.

martes, 18 de mayo de 2010

Si los zombies están de moda, y los lectores no dan abasto con tanto libro Z, ¿por qué coño acabo de publicar AMERICAN ZOMBIE?



Antes de Manuel Loureiro, y su Apocalipsis Z, la idea de que un autor patrio publicase una novela de temática zombie en España era para mear y no echar gota. O sea, primero el editor se descojonaba de ti y luego, acto seguido, mandaba tu manuscrito, mediante un tiro libre, a la papelera más cercana. Después, obviamente, todo eso cambió. Pero vayamos por partes.

Orígenes: El mondo y otras influencias del montón.

Escribí American Zombie en el verano de del 2007. Por aquella época acababa de comprarme la edición especial en DVD del remake de Dawn of the Dead que había estrenado tres años antes Zack el “300”. Entre los extras, venía un falso documental, en forma de noticiario televisivo, en el que se iba desgranando mediante avances informativos, teletipos, entrevistas y vídeos la zombificación del mundo entero. La verdad es que tenía un punto de humor oscuro que me encantó, además de un ligero toque a mondo (ese género maldito que también supo jugar con el poder audiovisual y la candidez de los espectadores). Y me dije: esa es la dirección donde se van a escuchar los tiros… Más que nada, porque en mi cabeza acababa de eclosionar una idea alienígena: escribir una historia sobre devoradores de vísceras que no se desarrollara dentro de una casa asediada ni estuviera protagonizada por un grupo de supervivientes, más o menos estereotipado, con sus consabidas riñas a lo Gran Hermano.
–Me falta un cigarrillo. ¿Quién cojones lo ha cogido?


El proceso de escribir y el proceso aún más kafkiano de publicar.

Kafka escribió en cierta ocasión que "si el libro que leemos no nos despierta de un puñetazo en el cráneo, ¿para qué leerlo?... Un libro tiene que ser un hacha que rompa el mar de hielo que llevamos dentro." Una premisa que siempre intento tener presente cuando escribo. De lo contrario, ¿qué mierda de escritor sería?
Por lo que me puse a experimentar.
Al principio, sólo metía extractos de reportajes y recortes de noticias, en los que se iba observando el inicio y desarrollo del holocausto Z desde la perspectiva de los diferentes medios de comunicación. Luego, en plena orgia creativa, fui enriqueciendo el texto con fragmentos de documentales, blogs, vídeos de youtube, programas de radio, spots televisivos, y cualquier cosa que se me ocurriera, para ir desgranando los acontecimientos desde múltiples puntos de vista. Lo cual, por otra parte, me servía para descifrar el papel que juegan los medios de comunicación en nuestra sociedad; un papel demasiado oscuro, como descubrirán los lectores… Cuando acabé el libro, comenzó mi periplo por varias editoriales. Unas seis o siete para ir abriendo boca. ¡Pobre iluso! Al final resultó que nadie lo quería (en aquel invierno de 2007 el boom zombie no se lo imaginaba ni Rappel).
–¿Un libro de zombies? ¿Me toma por idiota? ¡Nadie querrá leer eso!
Como no hay mal que por bien no venga, todo este trasiego editorial me sirvió para publicar en Ediciones Idea una novela que había escrito varios años antes y con la que había perdido toda esperanza de verla en papel: Los cerdos entran ordenadamente al matadero.

A principios de 2008 me entero que acaban de publicar una novela Z escrita por un abogado gallego. Así que le envío a Dolmen el manuscrito de mi libro. Su respuesta: no nos interesa de momento (imagino que por aquella época no preveían el éxito que iban a tener con la novela de Loureiro y que les llevaría tiempos después a crear su famosa línea Z, donde buscarían textos zombies hasta debajo de la sopa). Al final, como viene siendo habitual, fue AJEC, ese paladín de la edición que siempre va al rescate de los pobres autores a los que nadie quiere, la única en darme una respuesta positiva, aunque con condiciones. Las 26000 palabras del manuscrito no eran suficientes. Necesitaba meterle más condumio, pero huyendo de la paja… ¿Lo logré? Creo, sinceramente, que en parte sí y en parte no. Ya que al final la novela seguía siendo corta (unas 140 páginas) y me vi en la tesitura de añadirle, a modo de anexo, unos relatos cortos de horror un poco atípicos. Pero, por avatares de la vida, la novela no llegó a las librerías hasta abril de 2010. Justo en el momento en que había en el mercado una veintena de títulos Z, compitiendo todos por la misma ración de cerebros… ¡¡¡Vuestros cerebros!!! Obviamente, competir con Dolmen en su terreno es francamente difícil. En todos los foros se comentan sus libros, los blogs reseñan un día sí y otro también sus novedades, con sus excelentes portadas copándolo todo.
–¿American Zombie?
–Sí, otro libro más de zombies, aunque éste tiene una portada muy chunga… Por cierto, ¿has leído Apocalipsis Island? Es buenísimo.

La portada que nadie quiso.

Mi editor quería hacerle saber al lector que American Zombie no era otro libro más de zombies. Por ello quería dotarle de una imagen distinta a la empleada por los libros publicados por Dolmen. Quería algo que fuese original, arriesgado y provocador, algo que estuviese en sintonía con el contenido polémico del libro (zombifilia, espectáculos de lucha Z, redes pederastas que trafican con niños zombies, asesinatos encubiertos, corrupción política, actos terroristas de falsa bandera…). Y polémica hubo, desde luego.
–Vaya mierda de portada.
–No pienso comprarme un libro con semejante portada.
–Joer, valla tetas k tiene la perika.
Es muy posible que nos equivocásemos con la portada. ¡Joder, seguramente! Pensándolo ahora, fríamente, se me ocurren mil y una mejores que la que finalmente adorna la cubierta de mi libro… Pero es lo que hay; y mi deber es defenderla a dentelladas.
–¿Qué no te gusta la portada? ¿Que por eso ya no te vas a comprar el libro?... Bueno, ¿y qué?... Cómprate otro. Tienes un montón para elegir. La puta estantería está a reventar de títulos Z, y dentro de un mes habrá veinte más.


Y a pesar de todo…

…poco a poco, el libro fue abriéndose un pequeño hueco en el redil de los muertos vivientes. Los pocos que lo habían devorado se lo recomendaban a otros y el contagio vírico comenzó a surtir efecto, aunque aún de forma tímida… Como botón de muestra esta breve reseña que hizo un lector en el foro de Amanecer Zombie.

"Hace poco vi a un poeta (no recuerdo el nombre) en el telediario que hablaba sobre el futuro de los ebook, y como estos podrían revolucionar la literatura, incorporando nuevos conceptos que sobre el papel era imposible... No sé hasta qué punto llegará esa "revolución" pero leyendo American Zombie es cuando uno se da cuenta de esas posibilidades; pero a Miguel no le ha hecho falta un ebook, siendo sólo palabras, llega a ser un libro muy audiovisual... no sé si me explico. Como ya puse American Zombie, es un libro bastante original, pero no se queda ahí, también es una apuesta arriesgada, por lo inusual de su formato y también de su trama. Como ya sabéis, American Zombie está escrito como si fuese una serie de fragmentos de periódicos, diarios, documentales de televisión, programas radiofónicos, blogs de internet etc... que al igual que en Guerra mundial Z dotan al libro de un gran realismo. En American Zombie, Miguel Barqueros consigue una cosa que Max brooks no consigue en GMZ y es dotar a los distintos fragmentos del libro de personalidad propia, no es lo mismo lo que se dice en un telediario sensacionalista, que lo que se escribe en un periódico "serio" y esto queda perfectamente plasmado en el libro, y como cada medio ve la noticia bajo su propio punto de vista. En cuanto a la historia, a lo largo del libro nos iremos haciendo a la idea del origen del brote, su evolución y su exterminio, dejando muchos aspectos a la especulación o imaginación del lector. A mí personalmente me habría gustado que hubiese ahondado en algunos aspectos, como el origen de la "pandemia". Personalmente creo que de ser una realidad, en todos los medios correrían ríos de tinta para intentar llegar al origen del asunto y me parece que habría dado bastante juego... ¿Os imagináis a los tertulianos de un programa matutino discutiendo sobre el origen del brote zombie? Aunque la intención de Miguel Barqueros es otra, al principio dije que apostaba por lo arriesgado de la trama, y es que gran parte del libro se desarrolla una vez exterminado el brote y el proceso de "normalización" del país afectado. Y es que al contrario que lo que estamos acostumbrados a ver en infinidad del films, en American Zombie no asistimos al derrumbe de la civilización, ni mucho menos. Es una catástrofe de grandes dimensiones, pero la situación de Estados Unidos durante la crisis es parecida a la situación actual que están viviendo países como Irak. Quiero decir, que en el libro se aprecia el AZ, no como el fin de los días, sino como una amenaza más a la que tiene que enfrentarse la humanidad, una amenaza "aprobechable". Y es aquí donde el libro explora el lado más oscuro del ser humano y lo aterradores que pueden llegar a ser sus actos. ¿Os acordáis como acaba La Noche de los Muertos Vivientes de Savini?, pues imaginaros que la película continuase, y por mucho que queráis imaginaros lo peor a lo que podíamos llegar, creo que no llegareis a vislumbrar lo que nos muestra con palabras American Zombie: la absoluta degeneración del ser humano. Otra cosa curiosa del libro son los continuos homenajes a distintos, escritores y cineastas de ciencia ficción y terror, asique no es raro encontrarnos en el libro con el director de cine Steven Lucas o la motosierra modelo Leatherface... yo casi que me lo tomé como un juego y creo que he acertado de donde provienen muchos de los nombres, creo que tenemos gustos parecidos... Asique si queréis leer algo original dentro del trillado género zombie no lo dudéis y acercaros a la librería más cercana para haceros con una copia de American Zombie, no os defraudará, aunque se os hará excesivamente corto.
P.D. De los relatos, sólo he leído el primero, creo que se titula Supermercado del hambre, y para explicarlo en pocas palabras es una especie de cruce entre George Orwell y Clive Barker. Supermercado del hambre nos muestra un futuro/pasado/realidad alternativa distópica, donde los hombres y las mujeres están separados por una gran alambrada y sólo unos pocos afortunados se podrán ganar el derecho a reproducirse después de ganar en un misterioso concurso. De nuevo el autor en pocas páginas es capaz de mostrarnos hasta qué punto puede llegar el ser humano."

Quizá, por eso, aunque a corto plazo el libro no esté triunfando, creo que podría hacerlo a largo plazo. Y cuando hablo de triunfo no hablo de ventas sino de haber escrito algo que pudiera tener cierta influencia en un futuro no muy lejano… El tiempo, ese sabio que a veces ata a los perros con longaniza, al final será quien diga si tuve razón o no… O fui sólo un imbécil con ínfulas de ególatra barato que se creía sus propias ambiciones.
–¿Y dices que en este libro salen humanos follando con zombies?